Con los votos a favor del PP, PSOE y C’s, el Pleno de Chamberí ha aprobado esta tarde la proposición presentada por los populares en contra de la construcción de una pista de «pumptrack» en los jardines de José Luis Sampedro.

El pasado año, a través de los presupuestos participativos y tras un acuerdo plenario, se aprobó un proyecto para acometer la mejora de estos jardines, situados en la calle Galileo. Sin embargo, el Consistorio decidió en su lugar acometer un «pumptrack», es decir, circuito de bicicletas para niños de hasta 12 años. Hay que apuntar que el actual parque, además, se asienta sobre la cubierta del Centro de Mayores Blasco de Garay.

Colectivos como Chamberí Se Defiende habían protestado por la decisión del Ayuntamiento, que en la práctica podía suponer la eliminación de este parque en una zona en la que los espacios verdes brillan por su ausencia. Además, al ser uno de los distritos de Madrid más envejecidos, los mayores encuentran pocas áreas de esparcimiento.

Así, todos los grupos políticos, salvo Ahora Madrid, coincidieron en señalar que el Ayuntamiento «incumplió el acuerdo del pleno de junio de 2017 sobre la reversión de la calle Galileo, que incluía la reforma del jardín para ganar en zonas verdes. También se ha incumplido el proyecto de presupuestos participativos que pedían una reforma en esta misma dirección, así como el compromiso del entonces concejal Jorge García Castaño», afirma a LA RAZÓN Pedro Corral, concejal del PP en el distrito.

El PSOE, por su parte, cuestionó que se dedique el dinero para el mantenimiento de edificios de la Junta Municipal en una pista de «pumptrack». El PP ha aceptado una enmienda del PSOE: un grupo de técnicos deberá determinar la viabilidad del ajardinamiento de la cubierta del centro de mayores.

Calzadas en las que no cabe un camión de bomberos

Además, el pleno ha votado a favor de revertir las actuales plazas de aparcamiento del entorno de Olavide en «espiga» para que sean en batería. Tal como informó este fin de semana LA RAZÓN, en varias calles de esta zona se corre el riesgo de que no quepan los camiones de bomberos, debido a las dificultades que tienen los conductores para poder encajar sus vehículos en las plazas en espiga.