Con las obras de demolición del estadio Vicente Calderón ya empezadas, ayer tuvo lugar una reunión informativa entre las Ampas de los colegios cercanos que se sentirán afectados por el derribo del centro, algunos vecinos, técnicos de la Junta de Compensación y representantes de Madrid+Salud –del Ayuntamiento–, en la Junta Municipal del Distrito de Arganzuela.

En el encuentro se explicó las etapas en las que se va a demoler el antiguo feudo del Atlético de Madrid. La primera de ellas comenzó «el lunes de la semana pasada». Los técnicos aseguraron que será «la que menos molestias ocasione».

En los próximos cinco meses, se derribarán los fondos y el lateral del estadio de «dentro hacia fuera». El objetivo, según especificaron los técnicos, es generar «suficiente espacio» para que en verano pueda tener lugar la segunda etapa: la construcción del desvío de la M30.

Sobre la etapa ya iniciada, los técnicos destacaron que se hará «por fases» y que en la primera se dedicarán a los «trabajos previos» y al «desmontaje» de, por ejemplo, «asientos», «barandillas», «oficinas», «tabiquerías», etc. En una segunda, se acabará con «el anillo interior» del Calderón para después, en la tercera, terminar con todo el «graderío superior» en otras dos subfases. Por último, en la cuarta, se demolerán los pórticos exteriores y se reciclarán los residuos existentes.

Para este periodo, los técnicos de la empresa detallaron que la estructura exterior del estadio actuará como pantalla acústica contra ruidos, y que, para evitar partículas en suspensión, se hará un riego previo de los elementos a demoler, también en los cortes de las gradas superiores con cizallas. Asimismo, se realizarán «limpiezas periódicas» de la zona exterior y riegos de las calles y se «optimizarán» los recorridos de los camiones y vehículos.

También se resaltó que las tareas de destrucción pararán «con viento fuerte». Además, y como novedad, los técnicos mostraron un planillo de horarios de trabajo en los que quedaba reflejado que no tendrán actividad coincidiendo con el horario de entrada y salida de los centros escolares.

Sin embargo, algunos padres de los colegios cercanos manifestaron sus quejas con respecto al plan. Uno de ellos, señalaba que en la planilla de horarios restringidos al trabajo, los técnicos habían dejado fuera al Colegio Tomás Bretón, cuyos niños entraban a las 09:00 de la mañana a clase «Me parece sorprendente que no se haya contrastado la información con los centros», declaró.

Por su parte, representantes de distintos Ampas pidieron a la junta la instalación de «medidores» de sonido y de partículas en las cercanías, así como la creación de una «comisión permanente» que se encargue de hacer un seguimiento. También sugirieron dudas sobre la colocación de pantallas acústicas alrededor de los centros para aislar a los pequeños.

Fuente: LaRazon.es